Los fuegos artificiales liberan contaminantes que degradan la calidad del aire y pueden ocasionar graves problemas respiratorios y cardíacos, según investigadores.
Expertos recomiendan tomar precauciones adicionales, especialmente entre personas vulnerables como niños, ancianos y aquellos con afecciones preexistentes.
Con un alarmante número de accidentes e ilegalidades reportadas, los profesionales subrayan la importancia de dejar la pirotecnia en manos expertas para evitar riesgos innecesarios.
El profesor de la Universidad de Nueva York (NYU), Terry Gordon sostiene que los fuegos artificiales liberan partículas similares a las del humo de incendios forestales, afectando la calidad del aire.
“Utilizan muchos metales para crear los colores que no deberían ser inhalados”, advirtió.
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Aunque todavía hacen falta más investigaciones específicas sobre los riesgos de los fuegos artificiales, ya se sabe que las partículas finas están vinculadas a problemas de salud a corto y largo plazo, como enfermedades respiratorias y cardíacas, bajo peso al nacer y enfermedades neurológicas.
El profesor de salud pública en la Universidad de California, Irvine, Jun Wu, recomienda precauciones adicionales para personas con condiciones preexistentes como el asma y enfermedades cardiovasculares, así como para niños y ancianos.
“Si los fuegos artificiales se lanzan cerca de tu casa, es recomendable cerrar ventanas y puertas”, sugirió y enfatizó el uso de mascarillas N95 si es necesario salir al exterior.